lunes, 7 de noviembre de 2011

Caprichos automovilísticos


Un automóvil, ademas de llevarnos a todas partes, debe servir de excusa o motivo para nuestros caprichos de artista. En 2004 decidí filetear completamente mi auto, que por aquella época lucía todavía su color blanco original que le aplicó la terminal Renault de Cordoba allá por 1981 . Creo que poder circular con un vehículo fileteado le da cierto colorido al transito y rompe además con el parámetro -ya no tan clásco- de que la obra de arte deba estar en un museo, (sin importar demasiado si ese auto fileteado constituye una obra de arte). Habiendo hecho algunos viajes por la Argentina (y uno a Punta del Este ) la carroceria fue sufriendo el deterioro propio de los carros y camiones de otros tiempos, aemás de una violenta colisión que me regalo un conductor ebrio y sin seguro -impune- que me obligó a practicarle una paciente reconstruccion hace 4 años. Me dije que a esta altura ya podria haberlo cambiado, pero bueno.... cumplió sus 30 años y me encariñé con el. Antes que pagar una patente y un seguro costoso, en un país en el cual considero que es dificil mantener algo, decidí regalarle una nueva piel y quedarmelo. Luego de 5 meses durmiendo en un taller ( el mismo donde colorearon los Fititos para la publicidad de Beldent) quedó impecable con sus colores de colectivo; rojo abajo, franja marfil y techo verde. Ahora tengo además una nueva oportunidad para seguir practicando el fileteado durante todo este verano. Pero lo mas dificil es lo siguiente: como ya no es mas color blanco, ¿ le tendré que buscar un nuevo nombre y dejar de llamarlo "La Ambula" ?

No hay comentarios: